Propuesta
Un buen proyecto de Educación Inteprofesional podría beneficiarse de las siguientes características:
1. Originarse en las necesidades del entorno laboral donde esos estudiantes o profesionales desempeñarán su oficio y dar respuesta a esas necesidades. 2. Centrarse en la enseñanza de competencias individuales (como dar respuesta a múltiples situaciones distintas) en lugar de enseñar estructuras laborales ideales cerradas, que raramente se dan en la realidad profesional. 3. Las actividades deben ser transformativas, y no solo formativas. 4. Método iterativo de desarrollo e implementación mediante intervenciones piloto, antes de escalar a gran tamaño. 5. Estar integrado en la estructura docente existente, sea un curriculum o un programa de formación continua. |
6. Ceñirse a los recursos disponibles, tanto materiales como humanos.
7. Contar con apoyo institucional desde el comienzo del programa. Cada empresa es un mundo completamente distinto. Trasplantar un programa de Educación Interprofesional es una delicada labor de adaptación a la realidad local. Por eso, tras diseñar un proyecto ideal para nuestra empresa, debemos transformarlo en lo que podemos hacer, y sobre todo mantener, a largo plazo. Y como elemento clave de la sostenibilidad del plan está la integración de las actividades de EIP en el curriculum, asignaturas y evaluación oficial, de cada titulación o CME. Actividades extracurriculares puntuales apoyadas en la motivación de un docente pueden ser maravillosas, pero raramente son sostenibles a largo plazo.
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